Pregunta a Tu Dentista

Normalmente tenemos miedo a aquello que desconocemos. Las personas siguen teniendo el concepto de que el dentista les va a producir dolor y gracias a las técnicas anestésicas utilizadas a día de hoy el tema del dolor es algo que ya está olvidado.

A la hora de escoger el cepillo de dientes de tu hijo es importante que el tamaño esté adaptado a su boca, ya que de esta manera podrá acceder mejor a todos los rincones. Los filamentos suaves y con extremos redondeados son los más adecuados para no hacerle daño en las encías, mientras que los mangos con forma anatómica facilitan el agarre. Escoge un cepillo de dientes de colores y animado con muñecos para ayudar a convertir el cepillado en un juego.

En cuanto a la pasta, debes buscar fórmulas especiales para niños, con una cantidad de flúor adecuada a su edad. Es mejor escoger sabores agradables y que no “piquen”, pero ten cuidado: ¡a algunos niños les gusta demasiado la pasta de dientes! Recuerda guardarla fuera de su alcance.

Algunos niños se “rebelan” contra el cepillado, pero es muy importante no rendirse y ser pacientes. Una de las mejores cosas que puedes hacer por la sonrisa de tu hijo es enseñarle buenos hábitos de salud bucal desde pequeño.

La regularidad es esencial a la hora de formar una costumbre, así que intenta que el cepillado sea más o menos a la misma hora todos los días. A los niños les suele gustar imitar a los mayores, así que puedes probar a motivarle con la idea de que ya es un niño grande y tiene que usar cepillo de dientes como sus papás. Si tiene algún hermano mayor, puedes invitarle a que te ayude a enseñarle. Intenta siempre transmitirle que el cepillado es un momento agradable y divertido.

•   Escoge una de sus canciones favoritas (que dure entre 3 y 4 minutos) y anímale a cepillarse los diente sin parar hasta que se termine.
•   Si tienes varios hijos, un poco de competitividad entre hermanos puede ayudar a convertir la hora del cepillado en un reto divertido. Ofrece un premio al Mejor Cepillador de Dientes de la Semana..
•   Invéntate una historia que explique por qué es importante lavarse los dientes y pídele que te ayude a combatir a las malvadas bacterias.
•   Cómprales un cepillo del mismo color que el tuyo y hazles ver lo divertido que es lavarse los dientes.

Si tu hijo ya tiene dientes de leche o ha cumplido un año, es el momento de visitar al dentista por primera vez.  Durante esta primera visita, él mismo nos indicará cuando debemos verle de nuevo para una revisión, generalmente cada seis meses. Nunca hay que esperar a que haya dolor para ir al dentista.

Y recuerda: ¡el miedo al dentista no es innato! Si le enseñas a tu hijo que el dentista es un amigo que le ayuda a cuidar de su sonrisa, aprenderá que no hay nada que temer.

Los alimentos ricos en azúcar favorecen la aparición de caries, y los chicles y caramelos que se pegan a los dientes son especialmente perjudiciales. Pero no hace falta que tu hijo renuncie completamente a las golosinas: puede tomarlas de vez en cuando, pero intenta que siempre se cepille los dientes después. También puedes buscar sustitutos endulzados con xilitol o sorbitol.

• Puedes empezar a cuidar los dientes de tu bebé incluso antes de que empiecen a salir. Para ello, limpia sus encías una vez al día con un dedal de silicona o una gasa humedecida en agua.
• A partir de los 6 meses, cuando aparecen los primeros dientes, puedes seguir utilizando un dedal de silicona o cepillo de dientes infantil, repitiendo esta rutina dos veces al día.
• No añadas nunca azúcar a la leche del biberón, ni mojes su chupete en miel u otros dulces. A partir de la aparición del primer diente de leche,  es recomendable dejar de darle el biberón.
• Después de la aparición de los primeros molares (en torno a los 18 meses), ya puedes empezar a cepillarle los dientes. Una buena rutina de higiene es la mejor defensa contra las caries.
• Hay que lavarse los dientes después de cada comida, pero el cepillado más importante es el de antes de acostarse.
• ¡Cuidado con las chuches! Las comidas dulces que se pegan a los dientes, como los caramelos o los chicles, favorecen la aparición de caries. Pero no hace falta que tu hijo renuncie completamente a las golosinas: puedes dejar que tome pequeñas cantidades insistiendo en el cepillado después de su ingesta o buscar sustitutos endulzados con xilitol o sorbitol.
• Después de tomar jarabes hay que limpiarse siempre la boca, ya que los medicamentos para niños suelen tener un alto contenido en azúcares para que sepan mejor.
• Evita el consumo de bebidas con gas, ya que no sólo tienen azúcares sino también ácidos que desmineralizan los dientes.
• Aunque los zumos de fruta son muy sanos, tampoco es recomendable abusar de ellos ya que contienen mucho azúcar.
• Recuerda: a los niños les encanta copiar a sus papás, así que lo mejor que puedes hacer para enseñarles es predicar con el ejemplo y cuidar de tu sonrisa todos los días.

Sí, es importante completar la higiene bucal de tu hijo con otros hábitos además del cepillado. De esta manera te asegurarás de eliminar los restos de placa dental que se acumulan en sitios a donde no llega el cepillo.

A partir de los seis años, cuando tu hijo ya sea capaz de aclararse la boca y escupir, es el momento de introducir el hábito del enjuague con algún producto adecuado a su edad. Puedes incluirlo en su rutina una vez al día, siempre después de cepillarse los dientes.

En cuanto al hilo dental, puede empezar a usarlo tan pronto como tenga dientes de leche que contacten entre ellos. Enséñale a hacerlo bien.